0 0 lang="es"> Las apuestas de la sucesión: ¿Qué proponen los planes de gobierno de los principales candidatos al Solio de Bolívar? - La Gaitana - Periodismo independiente
Icono del sitio La Gaitana – Periodismo independiente

Las apuestas de la sucesión: ¿Qué proponen los planes de gobierno de los principales candidatos al Solio de Bolívar?

Read Time:6 Minute, 50 Second

Por: Luis Fernando Pacheco

Si Usted no ha leído nuestras dos primeras entregas preliminares, puede consultar la primera aquí, y la segunda aquí.

A continuación trataremos de abordar el enfoque en materia de Política Exterior de los planes de gobierno de los principales cuatro candidatos a suceder a Iván Duque el próximo 7 de agosto (se abordarán en estricto orden alfabético por apellidos).

SERGIO FAJARDO

Tras denunciar una serie de problemáticas ya abordadas en nuestras primeras entregas (injerencia del partido de gobierno en las elecciones de Estados Unidos; falta de diversificación del multilateralismo; el escalonamiento de tensiones con Venezuela y Rusia; y la falta de profesionalización del servicio exterior, entre otras), Fajardo centra su propuesta en una de las grandes ambiciones de la academia internacionalista en Colombia: la creación de una Política Exterior de Estado.

Esto mediante el desarrollo de 10 propuestas resumidas sucintamente en torno a temas como (i) la desideologización de las relaciones exteriores (algo en lo que la cancillería Holguín y el gobierno Santos tuvieron mucha incidencia durante sus ocho años); (ii) el respeto a los principios del Derecho internacional; (iii) la integración con América Latina y el Caribe (algo repetido en los últimos gobiernos sin que quede claro el cómo, sin embargo, con una curiosa mención varios modelos formales: Alianza del Pacífico, el MERCOSUR y ALADI, así como la reconstrucción de la Comunidad Andina de Naciones (CAN), y la OEA. Lo anterior significa una propuesta de continuismo, en realidad mantenerlos todos (muchos de ellos en crisis) sin autocrítica o sin expresar como hacerlo se puede convertir en mera retórica. 

En otros aspectos (iv), Fajardo coincide con dos de sus contrincantes en mantener unas relaciones diplomáticas estratégicas con sus aliados y vecinos. Menciona concretamente dos casos que siguen despertando polémica: Venezuela y Nicaragua, pero evita entrar en juicios sobre el tipo de régimen o la legitimidad de este; (v) diplomacia ambiental; (vi) una diplomacia postpandemia (que suena llamativa y está lleno de adjetivos rimbombantes pero con poco aterrizaje); (vii) la batalla contra las drogas de uso ilícito, mencionando una regulación responsable del consumo, un cambio de enfoque como un tema de salud pública y el incentivo en usos medicinales; (viii) la igualdad de género transversal en las relaciones exteriores creando el Ministerio de las Mujeres; (ix) la atención a las necesidades de los colombianos en el exterior mencionando el fortalecimiento de la cancillería, y medidas internas como la facilidad en financiación, educación, bilingüismo, y remesas; y (x) una serie de incentivos en la empleabilidad de los jóvenes mediante el fortalecimiento de competencias como “el bilingüismo, la digitalización, la gestión ambiental, la aptitud matemática práctica y la comprensión de lo internacional”; así como la promoción de intercambios estudiantiles.

De esta manera el candidato Fajardo busca implementar sus propuestas en Política Exterior, de la manera más diversa posible mediante un Réspice mundus, alejándose del tradicional Respice Polum o Respice Similia; como grandes temas, incorpora la ciencia y la tecnología, así como los temas de género, migración y política de “buena vecindad”; señala algunos elementos interesantes y muy ciertos en el escenario internacional, pero es ambiguo en la consecución del “cómo” lo logrará. Es muy fácil decir que ampliaremos nuestro foco internacional, acercándonos a continentes como África, que no sólo nos centraremos en un Respice Polum, o que contribuiremos a la paz mundial y regional, pero lo deja solamente como un enunciado al no desarrollarlo. Esta es la constante en los cuatro planes de gobierno analizados.

Federico Gutiérrez

Buscar desarrollar su política exterior a partir de cuatro temas principales: (i) lucha contra el cambio climático; (ii) combate al crimen trasnacional; (iii) comercio global; (iv) inversión extranjera (esta última por medio de promoción del potencial económico, la riqueza cultural y geográfica y la promoción del turismo internacional). 

En idéntico sentido plantea, una modernización de la diplomacia (en materia pública, científica y comercial); un aumento de la cooperación técnica y financiera para combatir organizaciones criminales (ligadas en su propuesta al narcotráfico, pero sin materializar esta propuesta). Este quizá es el mayor lunar de la propuesta de Gutiérrez, los temas más polémicos se mantienen como se venían desarrollando bajo el gobierno Duque. 

Quizá la mayor solidez conceptual del plan de Gutiérrez se haya en la propuesta de defender espacios territoriales, fortalecer gabinetes binacionales y comisiones de vecindad, así como estrategias con los trece (13) departamentos de frontera (una de las grandes debilidades de la Política Exterior colombiana) y muy al pasar la asistencia a los migrantes venezolanos (nuevamente sin profundizar en el cómo).

Rodolfo Hernández

Hernández traza una propuesta economicista centrada en dos grandes ejes: comercio exterior y turismo, de forma más genérica aborda otros aspectos integrales de la Política Exterior.  

Argumenta aspectos donde coincide con las teorías cepalinas de los 60’s: la necesidad de la sustitución de importaciones, y el interés inmediato, establecido en reconstruir el mismo día de su posesión, las quebradas relaciones diplomáticas con nuestro “socio natural” Venezuela. Tiene una mención importante al turismo ecológico, promoviendo internacionalmente al país con su oferta de parques naturales. Sabemos bien que esto estaría muy atado a mejoramiento de índices en seguridad. 

Es fuertemente crítico del gobierno Duque en la materia y tiene una visión pragmática frente al sustento del accionar diplomático. Cita: “No se debe poner ideología política a las relaciones [internacionales]”, porque sería una violación al principio de no injerencia en asuntos internos de los Estados”. Quizá la propuesta más polémica de Hernández está en la apuesta por el recorte presupuestal; no solo en materia de reducción de gastos de funcionamiento sino cierre de residencias diplomáticas. La apuesta ha sido cuestionada por expertas como la internacionalista Sandra Borda (de quien tampoco debemos olvidar que está apoyando a Sergio Fajardo tras su fracaso electoral en el Senado en las pasadas elecciones legislativas de marzo).  

La propuesta de profesionalización de la carrera diplomática (una de las grandes deudas en los últimos treinta años es ambigua. Y la propuesta de “la mayor cantidad posible de cargos diplomáticos y consulares con los mismos colombianos que viven en el exterior”, es un abierto desconocimiento a los factores de preparación que se deben tener para ostentar los cargos; además de una subestimación de los diplomáticos de carrera quienes son los llamados a dicha sucesión por idoneidad y preparación.

Gustavo Petro: Finalmente, el candidato que puntea en las encuestas tiene una apuesta de Política Exterior centrada en “la lucha contra el cambio climático y superación de la crisis de la biodiversidad en el planeta, la lucha por la dignificación y el respeto de los derechos los más de 6 millones de colombianos en el mundo, la garantía de derechos a la población migrante en Colombia sin xenofobia ni discriminación y la consolidación de la paz en el continente americano. La unidad de los pueblos del sur de América, y el restablecimiento del Pacto Andino y del Caribe”. Preocupa un poco la coincidencia de Petro con Hernández frente a mantener el principio de no injerencia en asuntos de otros Estados, que suele ser la bandera para no intervenir frente a regímenes autocráticos.

Finalmente, entre lo positivo podemos destacar que es el único que habla de un porcentaje de funcionarios de carrera en las sedes y misiones diplomáticas (50% respecto 50% de tipo político). Otro aspecto, por lo demás polémico desde lo jurídico es la revisión de los TLC que Colombia ha suscrito en los últimos años y que podría generar inquietud en el comercio exterior local. 

De los cuatro es el más enfático en que la política exterior se oriente a la Agenda de Paz. Paradójicamente, en este aspecto el programa de Petro resulta ser el más afín a la política exterior del segundo gobierno de Santos. 

***

A manera de somera conclusión debemos insistir que los planes de gobierno (con grises matizados) siguen siendo uno de los temas más generalmente tratado dentro de los planes de gobierno. Con excepción de Fajardo (que lo menciona, pero tampoco lo concreta en acciones puntuales) se mantiene la tendencia, tácita evidentemente, de que la política exterior quede dependiendo de la política interna y ello hace que la importancia dada en materia de propuestas de gobierno y planes de desarrollo se quede corta.

Happy
0 0 %
Sad
0 0 %
Excited
0 0 %
Sleepy
0 0 %
Angry
0 0 %
Surprise
0 0 %
Salir de la versión móvil