0 0
Read Time:5 Minute, 4 Second

Análisis | Por: Reynel Salas Vargas

Desfile de San Pedro. Taitapuros.

El libro Diversión, Devoción y Deseo, de Bernardo Tovar Zambrano, es una obra de consulta obligatoria para quien quiera conocer la esencia de las fiestas de San Juan y de San Pedro en el Alto Magdalena. Su contenido lleva al lector a sus orígenes, asociados a la celebración del solsticio de verano por parte de los Celtas en la Europa precristiana; así mismo, se ocupa de la llegada de la fiesta a la América Hispana inmersa en la cultura del conquistador español. En otra parte del libro se describe la manera cómo se celebra en los últimos tiempos el San Juan en España, América Latina y Colombia. La última sección está dedicada a la fiesta moderna en el Tolima y en el Huila. En consecuencia, la lectura del libro es vital para aquel que interviene en la organización y ejecución de las fiestas a nivel departamental y local, al igual que para los encargados de divulgarla a través de los medios o de orientar a la opinión para su apropiada comprensión y valoración.

Las fiestas de San Juan y de San Pedro en el Huila sufrieron una transformación singular a mediados del siglo XX. Para esta época, los huilenses se reconocieron dueños de una expresión festiva particular, digna de ser compartida con otras regiones. En su criterio, las de junio sintetizaban la alegría que se vivía en la hacienda ganadera y cacaotera, ambiente bucólico que se formó en la Colonia y se consolidó en los primeros cien años de la república. La cultura ecuestre de que habla Tovar Zambrano fue el elemento integrador de la costumbre festiva propia de los peninsulares para los días de San Juan con las condiciones ambientales y sociales del Alto Magdalena, circunstancia que dio como resultado un modo especial de celebrar. La experiencia del uso del caballo, la faena del ganado, el beneficio del cacao, el paseo al río o a la quebrada y el compartir con los vecinos en torno a la música, el licor y la comida, se constituyó en la clave para celebrar y fueron los elementos que los huilenses quisieron compartir con Colombia a finales del mes de junio.

El anterior es el origen del Festival Folclórico y Reinado Nacional del Bambuco, fiesta que se diseñó para vivir con otros pueblos la experiencia que aquí se había disfrutado durante más de trescientos años: los bailes populares, la pólvora, la música de viento, el asado huilense, las rajaleñas, las corridas de toros, las cabalgatas, el contacto con el río, el aguardiente y los desfile de comparsas se integraron para acompañar el reinado del bambuco, estrategia mediante la cual se animaba la visita de turistas al departamento.

Esta forma de celebrar la fiesta tradicional sujeta a criterios institucionalizados cumple ya seis décadas; sin embargo, el esquema no ha permanecido inalterable. El reinado, que era el señuelo, se convirtió en el eje de las fiestas y motivó la transformación del papel de la colectividad en ellas, pasando de actor a espectador. Por las exigencias de la televisión la comunidad fue obligada a abandonar el interior del desfile para ubicarse en las aceras y, últimamente, en los palcos en los que se perfecciona su rol de observador.

Otra transformación de las fiestas tiene que ver con su localización. Inicialmente, la fiesta oficial se celebró únicamente en Neiva, lugar de encuentro de turistas venidos de otras regiones del país y de los municipios del Huila; empero, pronto las ciudades del departamento organizaron e institucionalizaron sus fiestas. Garzón, por ejemplo, creó en 1963 el Festival de la Alegría. Pitalito el Reinado Surcolombiano y La Plata el Festival Folclórico del Occidente, fiesta cuya ciudadanía celebraba desde 1953. Luego, el ejemplo lo siguieron todos los municipios, circunstancia que se consolidó con la elección popular de alcaldes.  

Una vez más hay que decir que el certamen institucionalizado no agotó las expresiones festivas del huilense. Hace varias décadas que, tanto en las empresas, como en las oficinas públicas y privadas, al igual que en los conjuntos residenciales, barrios y centros poblados las gentes se organizan para celebrar lo que se conoce como el San Pedrito. Esta fiesta se realiza cualquier día de junio, aunque muchos prefieren la última semana del mes. En esa ocasión se procura que los participantes luzcan atuendos propios de la región, como el sombrero de paja o de pindo, el raboegallo, la camisa blanca y la blusa propia del baile del Sanjuanero Huilense. El ambiente de fiesta se complementa con quema de pólvora, música de viento, baile, comida de viandas típicas y consumo de bebidas embriagantes, como la mistela.

Otro espacio para la celebración del San Pedrito es la institución educativa.  Por lo general, con este programa festivo concluyen las actividades escolares del primer semestre y se pone a prueba parte del currículo diseñado para desarrollar la Cátedra de la Huilensidad, que, por supuesto, tiene otros componentes. Esa fiesta, que se lleva a cabo en la totalidad de las sedes escolares, es la oportunidad para la interpretación de rajaleñas, la presentación de grupos de música y baile, la exposición de elementos típicos, la disertación sobre costumbres tradicionales, la divulgación de la biografía de los compositores huilenses y el baile del Sanjuanero Huilense.

Por último, valga decir que el ambiente de fiesta en el Huila comienza a vivirse desde finales del mes de abril. Si en el pasado todo comenzaba con la selección del cerdo que se sacrificaría con motivo del San Pedro, así como con la colgada del racimo de plátanos el 13 de junio para que diera punto para el almuerzo del 29, lo común ahora es ver en las calles y caminos niñas y jovencitas que llevan consigo el traje para ejecutar el Sanjuanero y demás aires de la música huilense, y los niños y jóvenes sombrero y raboegallo, de tal manera que quien esto observe puede afirmar que las fiestas tradicionales del Huila están cerca porque los más jóvenes se están preparando para su celebración.


Perfil: Miembro de número de la Academia Huilense de Historia.

Happy
Happy
0 %
Sad
Sad
0 %
Excited
Excited
0 %
Sleepy
Sleepy
0 %
Angry
Angry
0 %
Surprise
Surprise
0 %

Average Rating

5 Star
0%
4 Star
0%
3 Star
0%
2 Star
0%
1 Star
0%

Deja un comentario