Opinión | Por: Santiago Becerra Tovar

Frente a unos resultados obtenidos y un presidente próximo a posicionarse, es adecuado realizar un balance de la función de los medios de comunicación en estas elecciones, y qué le espera, de cara a un nuevo gobierno.
Gustavo Petro es el primer candidato de izquierda que logra ganar las elecciones presidenciales en Colombia, junto con la primera vicepresidenta afrodescendiente, Francia Márquez. Una victoria que rompe con la línea de gobernabilidad de más de 60 años que el sector de derecha y centroderecha habían mantenido sobre el país. A este hecho, sumamos la masiva participación de más de 22 millones personas (58,17%), disminuyendo la abstención.
Frente a unos resultados obtenidos y un presidente próximo a posicionarse, es adecuado realizar un balance de la función de los medios de comunicación en estas elecciones, y qué les espera, de cara a un nuevo gobierno. Es de resaltar, primeramente, el ejercicio de pedagogía asumido por los medios, con el fin de generar un voto consciente e informado. Una posición que no le correspondía, porque es el Estado quien debe garantizar toda la información pertinente para el desarrollo de unas elecciones; no obstante, en ausencia de campañas informativas por parte del Gobierno Nacional, vimos en diferentes plataformas y canales vía TikTok, Instagram, productos como infografías, reels, artículos, en vivos, que brindaron una amplia información sobre cada una de las propuestas de los candidatos y como debían elegirlos. Puesto que los debates no funcionaban como un exponente de las propuestas de los aspirantes a la presidencia, sino como un reality show para que estos se atacaran. Eso cuando asistían.
El cambio que representa Gustavo Petro y Francia Márquez, genera incomodidad en el sector de derecha, influenciado por narrativas de desinformación y noticias falsas, que contribuyen a implantar un miedo en la sociedad colombiana, sobre cualquier grupo que se declara de izquierda, progresista o manifieste su apoyo a Gustavo Petro; aumentando a su vez, la polarización en el país. Con esto no quiero decir que la izquierda tiene el deber de agradarle a todas y todos los colombianos, ni tampoco quiero entrar a satanizar la polarización, pero si es clave fijar la atención allí
Investigaciones en Europa y Estados Unidos, han demostrado un aumento de la polarización alrededor de todo el mundo, en lo que va del siglo 21. Esto ha generado un mayor interés de las personas por temas políticos, pero también, una fractura que divide y dificulta cualquier intención de llegar a consensos, en temas de reformas estructurales, implementación de políticas públicas, y a su vez, en temas claves como inmigración, la paz, el conflicto armado, las drogas, el medio ambientes, como lo hemos visto en Colombia. De ahí que, percibo un ambiento político para este nuevo gobierno, cargado de ataques, calumnias, deslegitimación, por parte del sector de oposición. Por lo tanto, es allí donde debemos hacer hincapié los periodistas y medios de comunicación, con el fin de no convertirnos en portavoces de información falsa o tergiversada que incite al odio, al caos y al pánico. De igual manera, tampoco podemos convertirnos en canales de difusión aduladores del gobierno de turno, dejando de lado nuestra labor, para entrar a defenderlo y poner a su disposición nuestros espacios, cuando ese no es nuestro trabajo.
El periodismo en Colombia está presentando una transformación en su manera de narrar e informar. Los años han transcurrido y el ejercicio periodístico se ha fortalecido a tal punto, que hoy la narrativa de ‘medios alternativos’ se ha cobijado de legitimidad, ante una sociedad que manifiesta un desgaste de la manera en la que informan medios de comunicación, a los que llaman ‘tradicionales’. Esto, ha sido acompañado por fundaciones y organizaciones que le apuestan a la defensa de la libertad de expresión, promoviendo los derechos que amparan al periodista y al ciudadano de informarse, haciendo un llamado al Estado para que sea garante de cumplirlos.
Una de las características de estas fundaciones, es el trabajo en red que han fomentado con diferentes medios de comunicación, tanto a nivel nacional como regional. Este trabajo, es uno de los grandes pasos que está dando el periodismo, ya que el conflicto armado y la violencia impartida contra los periodistas, ha causado una fragmentación a la hora de cubrir, trabajar equipo o respaldar cualquier ataque que sufran los y las colegas. Es por ello que es importante una articulación entre medios de comunicación, para generar no solo una amplificación de las situaciones y problemáticas que padecen las zonas rurales o regionales, sino también, para fomentar una agenda de medios que vaya encaminada a los pilares de informar desde la alternatividad.
Cláusula de conflicto de intereses: Conforme a lo estipulado, Santiago Becerra Tovar no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico/profesional/personal de su perfil.
Perfil: Estudiante de último semestre de Comunicación Social y Periodismo, de la Universidad Surcolombiana. Acaba de finalizar un intercambio académico con la Universidad Nacional de Entre Ríos, Argentina.